Tengo una hernia ejemplar y estoy feliz, sobre todo porque, en principio, no es un tumor maligno. ¡Vaya susto cuando la vi por primera vez! Un buen bulto sin explicación. Es normal que la primera cosa que pasa por la cabeza es la muerte segura e inminente. Pero parece que es una hernia normal y corriente, lo cual me libra de un serio revés en mis planes para el futuro, como los de Semana Santa. Y eso que voy fatal este año. Tanto vacilar y seguro que ya no queda sitio en este España ni para aparcar un coche. Por lo menos el hecho de que no voy a estar pasando una larga temporada en mi casa rural particular dos metros debajo de la superficie de la tierra me resulta tranquilizador. Algo
En cuanto sospeché que no iba a ser algo que me fuera a llevar a la tumba, me relajé y empecé a investigarlo por Internet, para así conocer mejor mi bulto. Esto es algo que dicen que nunca se debería hacer porque solo conducen a malentendidos creados por informarse solo a medias. Un poco del redicho, a little knowledge is a dangerous thing. Pero no hice caso y me tiré a las profundas y peligrosas aguas del ciberespacio.