Mira que es un día bonito. Ha dejado de hacer el calor de la semana. Pero mira si las cosas en Madrid en agosto si la única cosa de la hablo es el tiempo. Dios. Asusta. La semana pasada había como un millón de extranjeros y eso alegraba un poco el ambiente. Pero ya debe de quedar unos 6 o 7, nada más, y Madrid se ha vuelto la ciudad tranquila que le caracteriza en este mes. Os he dicho que menos mal que hace bueno. Todo el mundo dice que le encanta Madrid en agosto, pero suele ser gente que pasa sus vacaciones fuera. Además, no se lo creen ni ellos. Lo sé por lo que dicen de las ventajas de Madrid en este mes: se puede aparcar sin problemas y se puede ir a los museos.
¡Wow! Me voy a sentar unos segundos porque la emoción puede conmigo. Te das cuenta de que algo falla cuando hablan del libre estacionamiento de un vehículo como un punto fuerte de marketing. ¡Ven a Madrid y Aparca!
Lo de los museos podría ser interesante si no fuera por el hecho de que no los visita tampoco. Es un poco como la gran falacia sobre los documentos en la tele. A nivel conversacional las audiencias son magníficas. Ya lo creo. Por eso los echan en el horario de menos televidentes. A mí me gustan también, pero reconozco que no los veo con frecuencia, principalmente porque no puedo. Y cuando están mis hijas, menos aún, porque cuando están viendo Phineas y Ferb por vez 15467, no les tira ver cómo una trucha pone huevos en un río. Es una pena, pero por lo menos no ocultan sus preferencias.
Los que no suelen ir a museos en otros momentos del año normalemnte no lo hacen ahora y si ahora lo hacen y solamente porque pueden aparcar sus coches cerca de la entrada.
Y eso es lo que hay. ¿Os he dicho que hace bueno hoy?