Comer en España Fase 1: El Desayuno

Al contrario que algunos sitios en el mundo, los españoles no suelen perder mucho tiempo llenando el depósito antes de salir por la puerta – después de todo, van a tener muchas oportunidades para recuperarse a lo largo de las siguientes 18 horas.  Quiero decir que, cuando se trata de prepararse un buen desayuno como el Tío Sam manda, no se molestan.  Ni siquiera McDonald’s lo ofrece por la mañana. Puedes tomarte una cerveza pero no un sandwich de huevo, queso y beicon.  Con eso te digo todo.  Algunos creen es una cosa buena.

        La oferta puede ser extensa pero la consumición no.   Es una cuestión de tiempo, o una falta del mismo.  Y aunque lo tuvieran, no dedicaran muchos minutos a ingerir comidas suntuosas a esas horas.  En general, lo que se toma es bastante básico.  Tostadas, mermeladas, cereales, algo de bollería, pan con aceite y tomate, café (por supuesto), cola-cao, leche,  e incluso zumo de naranja. 

       El tema del zumo de naranja es grande en este país, y bastante sensible, pues muchos españoles insisten en tomárselo recién exprimido.  Para ellos, no hay alternativa.  Para nosotros extranjeros de países extraños sí…el tetrabrik.  Pero no les vale.  Tomar unos minutos más cada mañana para garantizar esa frescura merece la pena. No cabe duda de que un vaso de zumo expulsado hace nada de las entrañas de una naranja normalmente supera cualquier competencia empaquetada, embotellada, enlatada y encartonada, pero a costa de más tiempo y, para qué nos vamos a engañar, más precio.  Luego hay el proceso, la limpieza, etc.  En resumen, resulta un coñazo.  Además, hay otro problema.  Una vez hecho, te dan como siete minutos max para tomarlo o todas sus cualidades nutritivas literalmente se van volando.  Por tanto. Si crees que el bebedor no va a llegar a tiempo, tienes que tomar medidas preventivas como tapar la boca del vaso con un platillo y así cortar la vía de escape de las vitaminitas.  Si quieres, puedes chupar la parte inferior del platillo cuando lo levantes para no perder ni una molécula.  Es una broma, por favor, no hagas eso. 

        Los adultos en general se levantan por y para tomarse un café.  El resto del día en ese momento toman un lugar de segundo plano – por lo menos así lo vivo yo.  Se puede preparar café recién hecho, pero, al contrario del zumo, no es tan importante.  Una buena cucharada de Nescafé en leche caliente basta. 

          Cuando se trata de comer, los españoles buscan sobre todo cosas hechas con pan, cosas con las que pueden mojar en la leche o café.  El proceso puede resultar complicado para el aficionado extranjero de países extraños pero igual de sabroso.  Cuanto más manchas mejor.  Por eso me he convertido en un experto en estos temas.  Los sobaos, las valencianas, las magdalenas forman una Santa Trinidad formidable.  También se toman galletas, que es algo que sorprende a mis compatriotas de países extraños.  No parece correcto.  Una galleta es para cualquier momento menos para desayunar.  Yo les contesto: “Pero es verdad.  Por el otro lado a nosotros en los Estates, nos gusta masticar carne de cerdo ahumado frita en mantequilla.”  Suelen callarse después de eso.  Y eso que no entro en otros alimentos desayunales de destrucción masiva que produce mi país en cantidades masivas.

        A los españoles, no les van mucho los huevos para desayunar.  Así te lo dicen.  Pero hay que ver cómo se ponen cuando entran en unos de esos bufets de un hotel que te ponen de todo y más.  Se pierden.  Se dejan perder.  En fin, todos tenemos nuestras debilidades.

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