Un Santo Desconocido Muy Internacional

Esta mañana mientras me quedaba pegado a la pantalla de mi ordenador, un compañero me interrumpió para anunciar, “¡Hostias! Es verdad.  Es mi santo.  San Adolfo de Córdoba.  El 27 de septiembre.  Eso es.”

        “¿Me lo dices a mí?” Pregunté

         “No. Estaba hablando solo.  Me han recordado.”

         “Felicidades,” le dije sin quitar ojo a lo que hacía.  “¿Quién era tu santo?”  Es que no sabía que había un San Adolfo y no creo que fuera a ser San Adolfo Hitler.   De hecho, ya soprendía oír a nadie con ese nombre porque en mi país ya no llaman a nadie así.  Es como llamar a tu hijo Lucífero.  No convence. 

       Yo, como me gustan las vidas de los santos, dije, “¿Era martir?”

       “Sí que lo era.”

       “Mejor, porque sabes que tengo una debilidad por los mártires.  Es que mueren de cada manera…¿y el tuyo?”

         “Degollado.  Creo.  A ver que lo miro.”

          “Vale.”  Mientras tanto, seguía con las frases para mis clases.  “What time do you get up in the morning?”

         “Sí señor.  Degollado.  Con su hermano.”

        “¡Vaya putada!  Que te corten el cuello por santo es una cosa, pero que hermano lo cague de paso…no me parece bien.”

       “Pues es lo que pone.  En 822.”  

        “Igual que San Blas.   Pero a él le han hecho uno de esos santos que curan.  Blas se encarga de problemas con la garganta.  ¡Qué cachondos!”

         “Pues hay poco más.”

        “Nada.  Que pases buen día.  Ahora toca educar a los niños.”

        Realmente había poco más que añadir.  Estos dos formaban parte de un grupo llamado el de los martires de Córdoba que perdieron sus vida durante elreino de terror de Abderramán II.  Hasta 47 cristianos más sufrierion un destino parecido.  Adolfo seguramente habría entrado ya hace años en el olvido de la memoria coletctiva si fuera por los que llevan su nombre hoy en día, como mi compañero.  Pero también hay algo que le da fama internacional.  Es el santo al que dedican la Catedral en Los Pilares de la Tierra.   Curiosidades de la vida. 

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