Comidas Españolas Fase 2: El segundo desayuno

En algún momento entre las 10 y las 12 de la mañana, los españoles dejan de hacer lo que están hacienda y van a por un segundo desayuno o un snack de media-mañana.  Lo hacen cuando tienen hambre, y también cuando no lo tienen.  Esta franja de tiempo es, por cierto, el peor momento para entrar en una agencia administrativo y esperar ser atendido rápidamente.  Aproximadamente el 50% de los funcionarios están en la cafetería de enfrente pidiendo un café y por eso esas pantallas eléctricas que hacen “beep” cuando dan la vez prácticamente frenan en seco.  Esto es especialmente verdadero en las oficinas de correos.  Te merece la pena llevarte un buen libro; o eso o juntarte con los empleados en el bar al otro lado de la calle y volver dentro de una hora…a no ser que estés en la Embajada de los Estados Unidos donde ya hay una pantalla emitiendo CNN todo el día mientras envejeces en la silla de la sala de espera.  Lo hacen para mostrarte cómo vive la mitad de la población de mi patria.   Es un proceso formativo. 

                Así que alrededor de esa hora la productividad de España se desploma, pero como esta tradición forma parte de la vida cotidiana, se tiene en cuenta este factor a la hora de calcular el BNP, NBP, PBN, o lo que sea que se llame es índice de crecimiento económico.  Yo qué sé. Da igual. 

        El caso es que el pedido por excelencia es el café.  Café con leche.  En mi caso, es la bebida más importante del día.  Sin él, sería aún más imbécil que soy.  Y es que el primer café que tomo a las ocho solo sirve para evitar que caiga por las escaleras por la mañana, pero el segundo saca el espíritu dentro de mí.

       Otras bebidas incluyen refrescos, cola-cao, agua incluso cerveza o vino.  Los dos últimos no son corrientes pero tampoco raros ni mal vistos….siempre que no hayas tomado siete.  Yo los evito porque si no empiezo a decir a mis alumnos lo que realmente pienso de su inglés y revelo ideas políticas radicales que no se deberían hacer público.   El café no me afecta en ese sentido. 

        Mucha gente acompaña su bebida con algo de picar, como puede ser una tostada con mantequilla y mermelada, o un bollo como las magdalenas sobaos.  También son populares los donuts.  Otro clásico es el croissant, que es típicamente europeo.  Los croissant han progresado mucho en los últimos años, pero siguen destacando por su sequedad y falta de sabor cuando los comparas con los que hacen en el país vecino.  Algunos españoles no lo reconocerán fácilmente, pero demuestran que algo de razón tengo porque casi nunca lo piden en su estado original.  En vez de eso, piden que se haga a la plancha y luego que se sirva con mantequilla y mermelada.

        Otra comida incluye el inmortal sándwich mixto o la inolvidable tortilla española que es posiblemente su mayor aportación a la comida rápida y posiblemente el plato que más se mantiene en la memoria colectiva del visitante de fuera. 

           Después todo el mundo vuelve a su lugar de trabajo y todo sucede en este, el mejor de todos los mundos posibles. 

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