Madrid en Crisis: 3 de Agosto

3 de Agosto

¿Queréis saber si las declaraciones del presidente del BCE han sentado bien o mal con los inversores de este país?  Vamos ni se había levantado de la mesa y la bolsa ya estaba cayéndose en picado, de camino a pérdida de más de un 5%.  Y eso que en esos momentos, iba arriba casi un 2%.  Ni haciendo puenting se cae con tanta velocidad.

            Curiosamente la bandera de España que ondeaba en la Plaza de España, le que mide 290m², o lo que son cuatro veces más mi piso, se desplomó al suelo al fallar un cable o algo así.  Más simbólico imposible.  Dolo hacía falta que su metros y más de 25 kilos hubieran aplastado a algún tipo en paro para que la imagen actual fuera completa.

            Draghi decepcionó y sus palabras cambiaron radicalmente el mood del país, que por fina contaba con una solución.  Ojalá fuera tan fácil.  Además se pasaron de pesimista.  Tampoco dijo que no iba echar una mano sino que el país lo tiene que pedir primero.  Normal.  Pero parece ser que eso es lo que España no quería hacer…y supongo que se trata de un tema de orgullo y de relaciones públicas.  Nadie quiere reconocer que no puede mantenerse a flote sin la ayuda de otros.  España, me imagino, se esperaba la ayuda sin tener que solicitarla.  Me imagino la siguiente conversación:

            BCE – Oye, que tenemos por aquí unos mil millones de euros y no sabemos qué hacer con ellos.  Pensamos que podríamos comprar toda esa deuda vuestra.  ¿Qué os parece?

            ESPAÑA – Pues…ya sabéis que vamos tirando.  No estamos fatal, pero bueno, si queréis echar una mano, adelante.  ¡Gracias majetes!

El mensaje de ayer fue más bien:

            BCE – Oye, que tenemos por aquí mi millones de euros y sabeos qué podemos hacer con ellos.  Lo que pasa primero nos lo tenéis que pedir…y con please.

            ESPAÑA – ¡Qué majetes, eh!  Sabiendo como estamos.  Con la miel en la boca y nada.  ¡Vaya jugada que nos habéis hecho! ¿Ahora qué?

Pues ahora, seguramente hace falta hacer lo que todos los periódicos están indicando…que el BCE nos empuja haciendo un rescate.

            Después de la noticia, fui corriendo al centro para ser testigo del saqueo que seguramente estaba destrozando la capital, con el fin de impedirlo (como todos que estáis fuera me habéis encomendado) o, en caso de encontrarme impotente ante la masiva destrucción, llevarme una tele.

            Pero todo lo que encontraba era el mismo barullo del día anterior, del otro y otro…el de siempre.  Sobre las ocho, las terrazas de los restaurantes alrededor de la Puerta del Sol, estaban no llenos, el siguiente.  No había ni una mesa libre.  Muchos eran extranjeros los que las ocupaban, que de alguna manera ya están saneando el déficit nacional con sus sangrías y paellas, pero también había unas cuantos españoles allí también.

            Quedé con una amiga en el San Miguel, el refugio de los turistas de los últimos años, y picamos algo allí antes de irnos a una actuación flamenca representada por el bailaor El Farruquito que presentaba a su hermano pequeño, no él del coche, El Carpeta, que a sus 14 años ya despuntaba.  Yo soy un paquete cuando se trata del flamenco.  No me entero de casi nada, y no solo me refiero a las palabras.  Pero me encanta el ritmo, el diálogo entre las palmas, el zapateo, los taconazos y la guitarra.  Eso sí una noche de música pura con un estilo puro.

            El estilo era algo purista.  Fue en los jardines de Sabatini con el enorme Palacio Real iluminado como fondo, y con una luna llena saliendo a nuestra izquierda por encima del Teatro Real.

        Al terminar, el Farruquito, agradeció nuestra presencia diciendo lo importante era para el y su familia actuar bien en Madrid.  Y la señor que estaba justo a mi izquierda, una mujer gruesa y alegre que vivió todo el espectáculo como hubiera sido su propio hijo en el escenario, chilló en el silencio para que todos la pudieran oír.  “¡Eso!  ¡Que somos buena gente!”

        Di que sí, señora.  Era una de esas noches en las que nos hacía falta sentirnos así.

     Medallas Olímpicas:

     Oro: 0

     Plata: 1

     Bronce: 1 (Enhorabuena a Maialen Chourraut en K1)

Hace sol.  Hace calor.  Ninguna variación de temperatura con una posible leve descenso de esta noche.

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