Madrid en Crisis: 17 de agosto

Mi amigo Iván llamó a la puerta y le dejé entrar, porque es mi amigo.  Estaba emocionado.  “Creo que he ligado esta vez.  Pero de verdad.  ¿Ves esto?” con sus ojos señaló la barra de pan que tenía en la mano.  “Esto es mi billete a la felicidad.  La he comprado en el sitio de los argentinos al lado de mi casa. La chica que vende el pan es un bombón.  La típica a la quieres hacer, buah, tremenda, ya sabes.  Le dije ‘Dame un gallego’, como diciendo, un pan gallego.  Ya sabes.  Y ella me contesta ‘Querrás decir una gallega, verdad.  Mejor una gallega que un gallego.’  Con ese tono que ya sabes…de pícara…(lo acompaño con un rugido de tigre, lo cual me descolocó un poco). Y le contesté que sí tenía toda la razón.  Y me dijo, ‘Pues ya sabes…’, otra vez con ese tonito de (y rugió de nuevo).  Eso es lo que me dijo. A mí. Te digo que a partir de mañana pido una barra gallega todos los días de allí.  Mira, tócala.  Tierna y caliente.  Y le voy a dar mi txocolomo.”

     Apreté la barra y reconocí los valores que me había indicado.  Casi me quemo.  “Desde luego, recién hecho.”

      “Es más que eso.  Es suntuoso.  Voluptuoso.”

       “Iván, please, es un pan.”

        “No sabes nada de mujeres.  ¿A ver qué tenemos para hoy?”

       “Poca cosa…con el calor que hace, no está la cosa como para salir por allí a lo loco.  Estoy con la historia de España.  ¿Sabías que se ha quebrado 16 veces?  Eso me dicen.”

       “Bueno…no es exacto.  Solo trece veces.”

        “Suena mejor…supongo.”

        Ya entiendo porque se toman las cosas con tanta tranquilidad.  Empecé a entender las fiestas, las terrazas y los bares.  Las crisis y las quiebras forman una parte íntegra de la historia negra de este país, como la inquisición, la opresión de los indios y la interminable lista de películas sobre la Guerra Civil.  Estaban acostumbrados.  Por eso podían pedir sin inmutarse, “Cinco cañas que invito yo.  Porque a mí me van a intervenir.”

       Y así me lo contó: El que se lleva la palma era Felipe II por conseguir ña quiebra tres veces en su reinado.  La primera vez ocurrió en 1557, la segunda en 1575, y logró el hat-trick en 1597.  Y a partir de entonces, más o menos todos los monarcas hasta mitades del Siglo XIX pusieron su granito de arena: Felipe III afrontó un par de ellas, Felipe IV llegó a la suspensión de pagos hasta cuatro veces, y los demás, Carlos II, Carlos IV, Fernando VII e Isabel II también pasaron por la bancarrota.    La última vez que el estado se ha quedado sin pasta fue en 1939.

       El caso de Franco fue, después de todo, a causa de una guerra civil.  Se puede decir que se comprende.  Actualmente, la causa ha sido porque en un lugar de la Mancha, por ejemplo, han construido un aeropuerto entero…pero enterito, que llegó a costar 1.100 millones de euros y que actualmente está…muerto.  No se usa para ningún servicio comercial, como fue su propósito.  No hay ni un alma.  Al principio se llamaba el Aeropuerto Don Quijote y luego lo cambiaron.  Pero cambiar de nombre no cambia la absurdidad del proyecto.  No quita la fantasía ni el espejismo.  No quita nada.  Sí señor.  Ya lo creo que la causa ha sido diferente.

       Ora pro nobis.  Según.

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