LOS PRERROMANOS
Si en algún momento algún profesor espabilado nos hablaba de las impresionantes pinturas que realizó nuestro genio de Altamira, en seguida nos hizo dejar las verdes praderas de Cantabria y nos llevó al Oriente Medio para estudiar qué es lo que se cocía en las tierras de Mesopotamia. No era para menos. La razón era lógico. No cabe duda de que algunos de España se mostraban bien encaminados en cuanto a sus habilidades artísticas, pero aún estaban un poco, digamos, verdes en unos cuantos áreas de lo que se puede llamar el progreso.
Por otra parte, los cachondos de Sumer, Babilonia, Asiria y Persia no tardarían (eso es mentira, tardarían mucho, pero me entendéis) en crear ni más ni menos la agricultura, la escritura, el derecho, las infraestructuras básicas de un municipio (por no mencionar el municipio en sí), la metalurgia, la irrigación, el dinero, la acuñación de monedas, las matemáticas, la astronomía, la contabilidad, la banca, la rueda, la medicina, el vino y la cerveza, además de grandes avances en la ingeniería, como presas y edificios grandes. Sólo por mencionar algunos. Hay unas cuantas cosas más que se han quedado en el tintero. Vamos, lo que son los elementos esenciales para crear una civilización avanzada. Un dibujito de un bisonte está bien, pero puedes decir a tus colegas que has inventado el arado, pues qué quieres que te diga. De ahí se pasaba a los egipcios con sus pirámides, los fenicios con sus barcos y comercio, los griegos con su filosofía y democracia, los romanos con casi todo lo demás, y así sucesivamente.
En España, como tantas veces ha pasado, las cosas marchaban a otro ritmo, lo cual no quiere decir que no hubiera vidilla. De hecho, la península ibérica hervía con actividad casi frenética. A través de mis primeras conversaciones con los españoles, descubrí que había dos grupos principales: los íberos y los celtas. Este segundo grupo me dejó atónito porque siempre se había hablado de los Celts de Irlanda y de Escocia, y como mucho el norte de Francia…pero ¿España?
“Sí.” afirmó Pepe. “Incluso tiene su propia gaita.”
“Anda ya.”
Era verdad. Es más, la gaita ha existido en España desde la Edad Media, como poco, y es posible que llegara a las Islas Británicas posteriormente. Al igual que los celtas. Resulta más curioso que ha habido estudios en los últimos años que indican que los celtas de España luego viajaron a las Islas Británicas. Dijeron que los irlandeses de origen más antiguo poseen un mapa genético muy parecido a los del norte de España. Llegaron a la conclusión de que la mayoría de los británicos son, de hecho, descendientes de unos pescadores españoles hace unos 6.000 años. ¡Eso les tiene que sentar fatal! Me parto. Pero también podría explicar su afán por volver a la Patria a disfrutar de su sol y cervezas.
En fin. A lo que iba. Los iberos y los celtas dominaban; y cuando había roce entre los dos, salían celtiberos. Pero eso era solo la punta del iceberg. A través de años de mi investigación, aprendí que había docenas de tribus diferentes. Los vetones en Extremadura, los vacceos en Salamanca, los lusitanos en Portugal, los astures en, naturalmente, Asturias, los turdetanos en Andalucía, los carpetanos en el centro, los oretanos, en Jaén, o por ahí. Luego tenías a los vascones (los actuales vascos) que eran un tema aparte (como siempre). La lista es interminable y mareante. Algunos estaban más avanzados que otros, pero los grandes cambios llegarían con la llegada de estos pueblos del otro lado del Mediterráneo. Así que, hay que ver lo que pasa a continuación.