Claro, cuando por fin llegué a entender este idioma, todo tipo de preguntas surgían mientras aprendía nuevas frases y estructuras. Por ejemplo, ¿qué quería decir lo de vete tal y tal? Creo que la primera vez fue cuando estaba en mi piso de soltero y mi amigo Pepe (el de la repolla atómica…vete rápido a ese post para una aclaración rápida del asunto) me dijo que habíamos quedado para tomar unas cañas dentro de media hora y que me diera prisa. Era un domingo y aún estaba en mis pijamas. Además, eran las once y media de la mañana.
“Pero es que…”
“¿Es que qué?”
“Aún no estoy listo. Y pensaba desayunar un poco antes de beber cerveza…ya sabes.”
“Claro,” dijo con toda naturalidad. “Me parece bien.”
“Hago el café.”
“No. Lo haré yo. Tú vete duchando y yo haré el café.”
¿Qué me fuera duchando? Me extrañó un poco, porque vamos, sonaba a que me tenía que ir bañándome mientras andaba hacia el baño. Podría ir estudiando, leyendo, ordenando la habitación…pero ¿irse duchando?
“¿Cómo quieres que haga eso?” Pregunté.
“¿Que hagas qué?”
“Lo de irme duchando. ¿Aquí por el pasillo?”
“Eres tonto, ¿o qué?” Luego explicó lo que significaba. Claro. Es que no podía ser otra cosa si lo piensas friamente. Además, me gusta porque es muy descriptiva. Hay maneras de decir más o menos lo mismo en inglés, pero no creo que tenga el mismo color ni gracia; ni que tampoco capta de manera tan concisa el concepto. Es lo que tienen los idiomas. Cada uno tiene su riqueza.